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El Club Palindromista Internacional inicia en 2010 una nueva etapa con renovada ilusión y entusiasmo.
Bienvenid@s seáis, compositores, lectores y amantes de los palíndromos.

El Club Palindromista Internacional inicia el 2010 una etapa nova amb il·lusió renovada i entusiasme.
Sigueu benvinguts, compositors, palindromaires, lectors i amants dels palíndroms.

Allí lo camufla, mal fuma colilla.

Markos Gimeno

martes, 11 de diciembre de 2018

Sobre héroes y hazañas


Sobre héroes y hazañas
Markos Gimeno in memoriam

Recuerdo nítidamente que, en la cervecería Santa Bárbara, metro
Alonso Martínez en Madrid, el poeta asturiano José Méndez me
dijo (ya estaba yo achispado): Claudio Rodríguez solía repetir una
frase que no tiene desperdicio: “estamos para dejar de estar”. Y es
verdad. Esa raya en el agua que es la vida humana palidece de
pronto y los compañeros de cordada dejan de estar, como dejó de
estar de manera inopinada el gran palindromista Markos Gimeno
(Alá: Gimeno done mi gala). En el prólogo de Sorberé cerebros,
antología hispanoamericana de palindromistas, mostré el brazo
tatuado de Markos Gimeno: ¡era un palíndromo en euskera!
Markos Gimeno cumplió la feliz audacia de tatuarse un
palíndromo: durante años me rondó la idea de tatuarme en el brazo
siniestro “Efímero lloré mi fe”, porque la evanescencia es nuestra
condición segura.

Al tiempo que escucho el Adagio de Gary Moore (“Oiga Dalí vil
adagio”) pienso cuando Markos Gimeno, quien tenía el alma
cándida y la risa fácil, nos mostró su brazo tatuado a Leticia, mi
adorada Leticia, y a mí. Que Dios te escriba un palíndromo eterno
en el otro brazo, mi querido Markos Gimeno: en el brazo de la
inmortalidad tan bien ganada. Y tenía razón Pepe Méndez: estamos
para dejar de estar. Brindo por ti, querido Markos.

Gilberto Prado


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